"La cara de la guerra". Salvador Dalí
“Cuanto más siniestros son los deseos de un político, más pomposa, en general, se vuelve la nobleza de su lenguaje…”
Aldous Huxley
En la novela “Rebelión en la granja” de George Orwell (Animal Farm, 1945), cuando los cerdos se liberan y además liberan a los animales de los humanos, crean 7 reglas de igualdad y libertad:
- Todo lo que camina en dos pies es un enemigo;
- Todo lo que camina en cuatro patas o tiene alas, es amigo;
- Ningún animal usará ropa;
- Ningún animal dormirá en cama;
- Ningún animal tomará alcohol;
- Ningún animal matará a otro animal;
- Todos los animales son iguales.
Avanzando la historia, los cerdos comienzan a gobernar, y mientras más se van adentrando al poder, más se corrompen y, aprovechándose de la ignorancia de los demás, varían esas reglas a su antojo:
- Ningún animal dormirá en cama… con sábanas;
- Ningún animal tomará alcohol… en exceso;
- Ningún animal matará a otro animal… sin motivo;
Entre más poder se le daba al poder, más iban variando las reglas, aprovechando que los animales no sabían leer. Cuando los cerdos aprenden a caminar en dos patas y a usar ropa, desaparecen las dos primeras reglas. Finalmente, al desarrollar sus relaciones comerciales y laborales con los humanos, solo queda una regla:
- Todos los animales son iguales, pero algunos animales son más iguales que otros…
“… la respetada, la intocable, Ley del Embudo, fue aprobada… El fuero para el gran ladrón, la cárcel al que roba un pan, París, París para los señoritos, el pobre a la mina, al desierto… Esta ley, al fin, establece la jerarquía obligatoria y sobre todo los principios de la cristiandad…” (Pablo Neruda)
Que drama el de la piedra que tiene la desgracia de toparse más de dos veces con el mismo hombre…
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