Miente, miente, miente, que algo quedará; cuanto más grande sea una mentira, más gente la creerá.
Joseph Goebbels
El problema no es ignorar la historia de alguien o de algo para repetir la tragedia; el problema es ignorar la historia de uno mismo y estar convencido de que no lo ignora.
El problema es ignorar que la sociedad ha sido mantenida dividida desde sus orígenes; primero en clanes, luego en pueblos, posteriormente en naciones, y finalmente en religiones.
El problema es ignorar que la manera de debilitar y someter a una sociedad es dividirla, crear divisiones políticas, culturales, étnicas o religiosas, con tal de que estén ocupados en enfrentamientos mezquinos, distraídos en atacarse, en destruir los lazos y las amistades, y evitar que se unan contra el verdadero enemigo común: el que divide; el cual, posteriormente luchará contra los opositores, haciendo creer que es para mantener el orden y garantizar la forma de pensar de una supuesta mayoría.
El ser humano es sumamente programable. Cualquier primera información que recibe, regularmente la cree, la toma como veraz y la hace suya. Para el ser humano es muy fácil prejuzgar y difícil salir de ese prejuicio. Para el ser humano es más fácil adquirir el conocimiento de su filtro de percepción que el conocimiento real. Y es gracias a eso como se le divide para vencerlo, para someterlo.
Y en las últimas semanas eso ha ocurrido: divide y vencerás…
Se divide desde que se preparó el camino; se hace ver a una persona como cerrada, conservadora y manipulada; a otro como ignorante o hueco; a uno más como el popular y salvador del cambio verdadero; y a otro como títere de un proyecto personal (como si el proyecto de los otros tres no fuera personal…).
Se utiliza a los medios masivos para dividir; se crean movimientos de reacción contra determinadas ideologías y se hace creer que surgieron libremente de la sociedad; se utilizan las redes sociales para enfrentar, agredir, descalificar, destruir familias, personas, amistades.
Todos crean encuestas para generar una consciencia colectiva de que todos tienen la razón, y que a la vez nadie la tiene. El doble lenguaje genera doble pensar; el doble pensar genera confusión, y la confusión puede ser encaminada a lo que alguien quiere.
Se es corrupto y se alega que el otro es corrupto. Se enfrenta a los jóvenes, por ser los más fáciles de persuadir, ya que creen que lo saben todo, y que todo lo que no coincide con su pensamiento, es inadecuado o falso.
Se difunden notas cortas, contradictorias, que hablan de fraudes, compra, maquinaciones, duda, y más duda para que la ignorancia siga en pie. Aquí juegan tanto los que se dicen comprados, como los que se dicen rebeldes y veraces.
Se generan más enfrentamientos y se emplean los medios para impactar en tiempo real; se emplea la tecnología para crear falsedades, pues a final de cuentas nadie verifica la fuente y todo se cree.
Se crea más incertidumbre creando noticias de que a personas se les prometió pero no se les pagó. Se provocan compras de pánico para fortalecer la construcción de la realidad, y hasta los medios de naciones extranjeras ayudan a incrementar la división.
Se emplea la necesidad, los sentimientos, el miedo, la ignorancia, para dividir y mantener la división; ya que sin estas distracciones, podrán unirse y será más difícil la manipulación.
Entre más distraídos, más divididos, más controlables; ni cuenta nos damos de cómo el poder se sigue traspasando entre unos pocos desde que se originó ésta historia.
Y lo mejor; se hace creer que fue nuestra decisión, que nosotros elegimos ser, pensar, cuestionar y estar así…
Democracia: de demos (pueblo) kratos (gobierno) ia (cualidad): gobierno del pueblo. Gobernar: de gubernare (en sus orígenes pastorear a las reses; luego se dijo que venía de guiar o dirigir navíos). Pueblo: de pubes, populus (conjunto de jóvenes capaces de manejar las armas, pero no de gobernar). Es correcto: la democracia es gobernar al pueblo, y seguimos viviendo en Mouse Land.
Aclaro que para toda esta reflexión, mi única fuente fue la intuición. Así que prefiero equivocarme, a ser profeta.
Lo último será lo primero (o todo final es el comienzo)
En la película “Bichos: una aventura en miniatura” (Estados Unidos, 1998), existe una escena en la cual las langostas se encuentran dentro de un sombrero, que hace las veces de un bar, y Molt (el mudo, súbdito) le pregunta al líder Hopper (tolva, ley del embudo), para qué regresar a la isla de las hormigas, si ni siquiera le gusta el grano que se roban.
Hopper reacciona molesto y se genera un diálogo, muy interesante, en el que dice que una hormiga se atrevió a retarlo, y si bien una hormiga es poca cosa, si una se rebela, todas las demás lo harán pronto: “las hormigas nos superan en número de cien a uno, y si llegan a averiguarlo, ¡adiós a nuestro estilo de vida!”. Y concluye: “no es por la comida, es para mantenerlas alineadas, ¡es por eso que volveré!”…
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