martes, 21 de abril de 2015

Educación para la operación de los juicios orales

El 7 de noviembre de 2014, comenzarán a operar los juicios orales en Aguascalientes. Si bien la implementación se desarrollará gradualmente, iniciando para algunos delitos en el Municipio de Pabellón de Arteaga, también lo es que se trata de un paso importante en la evolución de la procuración y administración de justicia de nuestro Estado, donde a más tardar el 19 de junio de 2016, deberá aplicarse este nuevo sistema en su totalidad.

Además de la importancia de la transparencia de la toma de decisiones, de la reestructuración de la conformación de las instituciones para dar mayor calidad y confianza en las funciones de investigación, acusación, defensa y juzgamiento, y del derecho a que los ciudadanos sean protegidos por los jueces; una base fundamental para lograr la eficacia de este nuevo modelo de justicia, es la educación de los futuros operadores, es decir, de los universitarios.

El cambio real, no se logrará simplemente con creación de normas, construcción de edificios, o reestructuraciones administrativas. Conjuntamente con lo anterior, el cambio real se logrará cuando el modelo inquisitivo, que ha colapsado y no beneficia a la sociedad, sea modificado en la mentalidad de las personas que operarán y aplicarán el sistema, pero también en la sociedad en general, comprendiendo que esta estructura permitirá un control público de la toma de decisiones, y ayudará a verificar si las instituciones cumplen efectivamente con sus funciones, respetando en todo momento los derechos humanos de los que formamos parte de esta población.

De entre muchos otros lugares, ese cambio surgirá principalmente en las Instituciones educativas que prepararán a los futuros profesionistas que aplicarán este sistema de juicios orales: Instituciones que deben formar en valores éticos y humanos a todos aquellos que representarán al Estado o a los particulares, en litigios estratégicos en los que estarán en juego la vida, libertad y derechos de los seres humanos involucrados. Instituciones que deben transmitir los conocimientos necesarios en técnicas de oralidad adecuadas, para que los estudiantes adquieran herramientas de litigación que sean empleadas en la realidad, y provoquen una implementación eficaz del nuevo modelo, y no se quede en el simple papel, como ha ocurrido con otras reformas Constitucionales en la historia mexicana. Instituciones que aprovechen que estos futuros profesionistas, aún no se contaminan con las prácticas del viejo modelo, y tienen la ventaja de darse cuenta de las bondades del esquema de los juicios orales, para lograr una aplicación de justicia de mayor calidad.

La Universidad Autónoma de Aguascalientes ha asumido este compromiso y lo está cumpliendo: sus programas de estudios e impartición de clases, están adecuados al sistema de oralidad, no sólo en materia penal, sino también en otras áreas de litigio jurídico, y sus maestras y maestros son personas con capacidad didáctica y conocimiento profundo sobre el nuevo sistema. Inclusive, recientemente dos equipos de litigación oral de la UAA, participaron en el 2o Certamen Nacional Universitario CONATRIB de Litigación Oral, logrando el primer y segundo lugares en la Etapa Estatal, después de enfrentar a equipos de otras universidades estatales; y obteniendo también el Segundo lugar en la Etapa Regional, donde a participaron equipos de la Región Centro donde se integra Aguascalientes, Colima, Guanajuato, Jalisco, Nuevo León, San Luis Potosí, Tamaulipas y Zacatecas; y con ese logro participará en la Etapa Nacional del concurso.

Así, este nuevo sistema implica un nuevo tipo de civilización, un nuevo tipo de cultura, dejar atrás un chip de siglos de una visión autoritaria en el tratamiento de las conductas delictivas, e incluir un nuevo programa mental, social e institucional de visión humana y efectiva.

Los juicios orales son más que una modificación normativa, se trata de una conversión de las personas al tomar conciencia de que el viejo modelo de reacción penal, genera desconfianza en la población; de ahí que, lo más importante será el modificar estereotipos o paradigmas no protectores de derechos humanos, cambiar la cultura inquisitiva y sustituirla por una cultura jurídica de protección a derechos humanos; lo cual nos corresponde a todos los integrantes de esta sociedad, puesto que, en palabras de un educador universitario, Paulo Freire, “la realidad no es así, la realidad está así; y está así, no porque ella quiera. Ninguna realidad es dueña de sí misma: ésta realidad está así porque estando así sirve a determinados intereses. Nuestra lucha es por cambiar ésta realidad y no acomodarnos a ella”…

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